viernes, 19 de junio de 2009
Cabarsul
Hace mucho que no paso por aquí a contaros nada pero es que ando tan liada que tengo el tiempo justo para disfrutar de mi sexualidad, y no encuentro el momento de sentarme a contaros mis aventurillas.
Prometo aplicarme pues tengo alguna historia reciente que merece la pena narrarse.
Mientras quiero dejaros una página en pro del feminismo que ha iniciado una amiga mia. Visitadla merece la pena.
Se llama: LAS DIOSAS DEL SOL y es muy interesante.
Besos a todas.
martes, 10 de febrero de 2009
San Valentín y los viajes de placer.
Si embargo este año es especial. El motivo es que no puedo evitar lo que sucedió el año pasado. Mi chico me había entregado su regalo por anticipado, dado que tenía que pedir permiso en mi trabajo. Nos íbamos de viaje. Destino: Londres.
Tres días con sus noches para nosotros solos. El primero de ellos el día 14 de febrero, con la noche del 14 de febrero. No quiero aburriros con excesivos detalles sobre la ciudad. El Hotel Victoria Park Plaza, donde nos hospedábamos está ubicado junto a la estación del mismo nombre, y tiene los lujos necesarios para que una se sienta más que cómoda. Entre ellos la “executive room”. Se trata de un servicio en una habitación, para aquellos clientes que han pagado un extra, en el que en una especie de bar, autoservicio, puedes picotear (picoteo londinense obviamente), y beber lo que te apetezca. Nos metimos allí a las seis de la tarde. Coqueteamos, hablamos, bebimos, nos reimos, bebimos más, volvimos a coquetear..., bueno pasamos una muy agradable tarde en la cual el alcohol ejerció su efecto, y nosotros pusimos el resto.
Decidimos no cenar. Mejor nos comíamos entre nosotros.
Ya en la habitación obsequié a mi pareja con un streptease que dejaba en ridículo a la mismísima Kim Bassinger de nueve semanas y media. No en vano era mi regalo, ya que me había comprado un precioso corselete con tanga y ligueros para la ocasión. Este iba a ser mi regalo de San Valentí. Él lo recibió sentado, mirándome expectante y con agrado. Con agrado y mucha excitación pues finalizado el espectáculo lo tenía desnudo frente a mí, acariciándose, y esperando que me desprendiese de la última prenda para lanzarse sobre mí de modo felino. Disfrutamos el uno del otro como hacía tiempo. Una vez acabamos vino lo mejor.
Me comentó que él tenía otro regalo para mi al margen del viaje, que le parecía poco y me había comprado algo. Cuando abrí mi regalo, encontré tres cajitas con tres conjuntos de lo más sexy. Preciosos, por que mi chico tiene mucho gusto, pero con una carga de erotismo y sensualidad terribles.
Uno a uno. Me los puse en el servicio. Salí. Y empecé cada vez el número del streptease con el nuevo vestuario. Entre pase y pase, nos lo pasábamos bien, y a renglón seguido el siguiente pase. Cuatro pases. Cuatro revolcones en toda regla.
Desde entonces mi idea sobre San Valentín, y hasta sobre el capitalismo si queréis, ha cambiado. Y ha cambiado tanto que antes de escribir esta entrada, me he pasado por mi tienda favorita de ropa interior en internet, y me he comprado cinco conjuntitos para la noche del sábado. Que por cierto este año nos toca Roma.
Ya os contaré.
http://www.sexduccion.net
miércoles, 21 de enero de 2009
Ahora tengo dos, y pronto tres...
En este caso se trataba del Kit de clonación del pene, cuando lo vi y entendí de que se trataba no pude por menos que sonreir, la cuestión prometía, al menos diversión.
La parte de bricolaje, ya tuvo sus más y sus menos, dado que para poder fabricar tal cual el instrumento, no podíamos permitir que no luciese en su máximo esplendor, unos buenos masajes previos con las puntas de mis dedos, y una interrumpida succión entre mis labios fue más que suficiente, tanto que por un momento estuvimos tentados de dejar lo de clonar el pene para mejor ocasión. No fue así y decidimos continuar.
No me voy a extender demasiado en el proceso de elaboración del vibrador-pene clonado, solo os diré que no resulta complicado y es rápido. O al menos a mi no se me hizo larga la espera, quizás por que en la misma decidí seguir con lo que había empezado, lo cual mi chico agradeció. O al menos eso deduje por como se inflamaba en mi boca su pene sin clonar, el auténtico vamos.
La noche se inició prometedora y resultó total. Tener mi pene favorito insertado en mi boca, mientras una copia del mismo llenaba y se movía en mi vagina fue algo realmente grato y distinto. Tanto que repetimos hasta tres veces a lo largo de la noche intercambiando los agujeros.
Esta mañana le he preguntado a mi novio donde compró el Kit de clonación del pene, y hoy mismo he realizado el encargo a la tienda de internet, estoy ansiosa por recibir el paquetito quiero probar con mi polla favorita llenando mis tres agujeros a la vez.
jueves, 8 de enero de 2009
La mágica noche de Reyes.
Los Reyes Magos en su generosidad, me hicieron un regalo fascinante. Jamás olvidaré esta noche de Reyes. El pasado lunes, tras una romántica cena, llego el momento. Siempre me pongo muy nerviosa, casi excitada, cuando me entregan un perfecto paquetito, que espera ansioso que libere su contenido. La situación, resulta altamente inquietante y profundamente emocionante, ante la creciente incertidumbre: ¿Qué será?. Lo sorprendente es que en esta ocasión, y al contemplarlo, seguía preguntándome: ¿Qué es?.
“Shunga erotic art. Secret Garden. Female Orgasm enhancing cream” . Acerté a leer en voz alta con mi paupérrimo inglés. “¿Esto es lo que parece?” . Fue todo lo que pude preguntar, para encontrar como respuesta un simple: “Quizás. Solo es cuestión de probarlo para salir de dudas. ¿Lo haces tu o prefieres que te lo ponga yo? . La sonrisa maliciosa delataba que sus preferencias eran meramente mironas, para de este modo no perderse un ápice de mis posiblemente sensuales y voluptuosas reacciones.
Aproveché el caldeado ambiente, que nos habían proporcionado, tanto la iluminación romántica de la cena, como la conversación apasionada de la misma, como su propio contenido afrodisíaco: langosta, abundantes ostras y suficiente cava. Y por supuesto la sugerente balada que sonaba a través de la Ipod. Con decisión inicié un baile sinuoso, lento, excitante; al mismo tiempo que me iba despojando de toda mi ropa sin dejar de moverme, y acariciándome por todo el cuerpo insinuantemente. Al sentarme cómodamente frente a mi pareja, abrí las piernas totalmente, alcance el frasco de “Secret Garden”, y con movimientos lentos, pero firmes, y cargados de erotismo apliqué una generosa ración del producto sobre mi depilada sexualidad. Los dedos, iniciaron su juego por caminos, tantas veces explorados y no por ello menos placenteros. Para entonces estaba totalmente excitada y húmeda, no sabía muy bien si erá por el efecto de la novedosa crema, o por la situación que se había generado, lo que si sabía es que me estaba muriendo de gusto.
El momento culminante llegó cuando las caricias se centraron en mi erecto, y anhelante clítoris, estaba henchido, insultantemente receptivo a cada roce, a cada movimiento, a cada fricción, leve o intensa, no importaba, el placer se apoderó de mí, y sin dejar de bailar sobre el sillón exploté una y otra vez en un orgasmo repetitivo, intenso, febril, y dichoso, que me hizo sentir como nunca.
Alcé la vista, y le vi totalmente excitado, desencajado, atónito y deseoso de participar. Le hice un gesto con mi dedo anular para que se uniese a mi fiesta particular y así fue.
Como sorpresa, y a no olvidar, el “Shunga erotic art. Secret Garden. Female Orgasm enhancing cream” (¡vaya nombrecito!), también funcionó en su pene.
Fue un magnifico regalo de Reyes, el mejor que alcanzo a recordar, incluida la bicicleta de mi ya lejana niñez, y el anillo de diamantes de hace unos años.